miércoles, 1 de febrero de 2017

miércoles, 14 de diciembre de 2016

El posible fin de las granjas de animales

Paul Mozdziak  pretende producir carne de pavo en tanques de 19.000 litros.
Mozdziak es experto en cultivar células musculares aviares en frascos de laboratorio. Ese oscuro rincón de la investigación situó a este profesor de ciencia aviar en la vanguardia de la "agricultura celular". Este término se refiere a la idea de que se podrían fabricar proteínas animales en biorreactores en lugar de en animales de carne y hueso.
La tecnología, también conocida como carne in vitro o carne cultivada, puede sonar extraña. Pero ha estado atrayendo a ecologistas, activistas de los derechos de los animales e inversores que creen que la carne puede ser producida por empresas de biotecnología en lugar de granjas.
Mozdziak afirma que su carne cultivada será un exito en la población cuando pueda ponerse en el mercado. Puede, según él, ser incluso más barata que la natural.
La idea de la carne artificial despegó en 2013, cuando el científico holandés Mark J. Post acudió a la televisión británica, cocinó y le hincó el diente a la primera hamburguesa cultivada en laboratorio. El experimento costó más de 280.000 euros y fue financiado por el cofundador de Google Sergey Brin.
Sus defensores sugieren que la carne cultivada podría reducir nuestra dependencia de animales de granja y ahorrar recursos. Este verano, Mozdziak fue un ponente destacado en una conferencia organizada por New Harvest, una fundación que promociona "productos animales sin animales". El evento, celebrado en San Francisco (EEUU), incluyó innovadores que presentaron sus versiones de carne de ternera, gelatina, clara de huevo y leche producidas en laboratorio.
La investigación de Mozdziak empezó con una biopsia del tamaño de la goma de un lápiz de una pechuga de pavo. El trabajo consiste en aislar las células madre conocidas como células satélite que se multiplican y se fusionan para aumentar las fibras musculares existentes. Al manipular estas prolíficas células en un caldo calentado de glucosa y aminoácidos, Mozdziak básicamente las engaña para que se comporten como si aún se estuvieran dentro del pavo.
En teoría, el potencial de crecimiento es enorme. Con ilimitados nutrientes y espacio para crecer, una única célula satélite puede producir 75 generaciones de división en tres meses. Eso significa que una única célula se podría convertir en suficiente cantidad de músculo para fabricar más de 20.000 millones de nuggets de pavo. Las encuestas sugieren que alrededor de la mitad de los vegetarianos comerían carne si procediera de un laboratorio.
La carne cultivada en laboratorio aún está lejos de convertirse en un producto comercial. En el laboratorio de Mozdziak, su equipo cultiva células en una fina capa dentro de frascos de plástico. Si adquieren demasiado grosor, los nutrientes no les llegan a penetrar. Cultivar de esta manera una cantidad de carne correspondiente al tamaño de un pavo requeriría alrededor de 11.340 frascos y suero sangíneo por valor de unos casi 3.200 euros.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿...y podrían afectar a nuestra salud los alimentos transgénicos?



¿los alimentos transgénicos podrían tener efectos negativos en nuestra salud?


.....y la respuesta es sí. Según algunos médicos, dichos alimentos podrían causar alergias debido a posibles intoxicaciones. Otras consecuencias podían ser mutaciones en los agentes patógenos que afectan a los alimentos y al verse estos modificados, los anteriores podrían adaptarse y por consiguiente suponer una nueva amenazada para los seres humanos que no están preparados (sus anticuerpos) para estas mutaciones.

Otra posible consecuencias radica en la alteración del propio ADN humano al someterlo a unos compuestos que no estaría acostumbrado, presentando mutaciones en los futuros infantes en mujeres embarazadas.

Estos nuevos alimentos al ser tratados para perdurar más tiempo en su estado óptimo; pueden tardar más tiempo de lo normal en ser degenerados por la flora intestinal, causando daños en el intestino.

Pero no por esto hay que darle la espalda a este nuevo tipo de productos, pues solo es necesaria una mejora con respecto a estos aspectos y podríamos hallarnos con el invento del siglo.


martes, 29 de noviembre de 2016

Uso de Luz ultravioleta para conservar alimentos.




La investigadora con la que empezamos es la doctora Sonia Sgroppo, profesora titular de la cátedra de Bromatología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (Facena) de la UNNE, y directora del Grupo de Investigación en Ciencia y Tecnología de los Vegetales.
Su exposición fue sobre el manejo postcosecha de vegetales y aplicación de tecnologías en frutihortícolas y derivados, utilizando tecnologías clásicas y no térmicas para retener los compuestos bioactivos y la calidad del producto. 


Este pasado 24 de noviembre una investigadora del UNNE fue invitada al VI Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos, allí expuso los resultados de su estudio de la potencialidad de la luz ultravioleta para poder conservar alimentos como frutas y derivados.


El Congreso se realizó en la ciudad de Córdoba y es considerado un evento de referencia internacional en el ámbito científico, tecnológico y socio productivo, que congrega a una gran cantidad de participantes provenientes de diversos países. Este año tuvo más de 600 presentaciones que exponían su trabajo en el ámbito de la tecnología de los alimentos. 



En la conferencia “La aplicación de la luz UV-C y su potencialidad en la preservación de frutas y productos derivados” se refirió a los avances de esta nueva tecnología a escala mundial y en el país, y en particular expuso los resultados de investigaciones que realizan en la UNNE.


La luz ultravioleta o UV-C (200-280 nm) tiene un futuro muy brillante en el procesamiento de alimentos como alternativa a los tratamientos térmicos tradicionales. Actualmente se la utiliza en el tratamiento de aguas, desinfección del aire y descontaminación superficial, aunque podría ser aplicada para preservar alimentos sin producir pérdidas notorias de calidad nutricional.

Siguiendo con eso, Sgroppo presentó los resultados obtenidos durante su investigación en en la calidad nutricional, organoléptica y microbiológica de frutos enteros y productos derivados , como así también los cambios observados durante el almacenamiento.

Con esto dicho, expuso las ventajas, desventajas y potencialidad de uso de la luz ultravioleta como método de preservación de este tipo de productos.